La consultoría basada en procesos (ISO, EFQM), en rituales (KAIZEN, 5S, AGILE) o en constructos centrados en RRHH como el análisis modular de sistemas, basan su estrategia en un modelo que pone la conciencia humana como factor elemental de análisis. Es decir pone la racionalidad como elemento de juicio fundamental. El papel de las emociones y en menor medida del instinto queda relegado como una factor menor, sólo contemplado como elemento redundante bajo el paradigma del caos.

La consultoría de análisis organizativo basada en la etología humana, pone el papel de los hábitos e instintos del ser humano en el centro del debate, analizando los grupos sociales desde aquellos elementos que compartimos con el resto de los primates superiores.

La Etoconsultoría, analiza los comportamientos organizativos desde la perspectiva de la etología humana, y propone la introducción de palancas que faciliten la transformación organizativa. Así, se centra en los aspectos que tienen que ver con elementos como la jerarquía, el poder, la capacidad de influencia, la comunicación, la gestión emocional o la capacidad de aprendizaje. Nuestro comportamiento en sociedad funciona con unas reglas diferentes a las inferidas desde la consciencia racional. Por eso la identificación correcta de estas pautas no puede basarse sólo en la presunción de un comportamiento racional. Por eso no basta con informar o convencer a las personas sobre las bondades del liderazgo o el trabajo en equipo. Os proponemos una consultoría y formación transformacional que acompañe el cambio de hábitos y rituales organizativos.

La etología humana es una rama de la etología que analiza el comportamiento humano desde la perspectiva evolutiva, mediante el análisis y transformación de los hábitos y rituales, desde aquellos elementos que los seres humanos tenemos en común con el resto de primates superiores. Nos ayuda a entender porqué funcionamos en las organizaciones, ayuda a visibilzar aquellos elementos instintivos, para realizar cambios reales y estables en el tiempo.

El análisis se lleva a cabo mediante etogramas comportamentales, que analizan no sólo las rutinas (conductas), sino los desencadenates de éstas y las motivaciones instintivas ocultas, para proponer nuevas conductas adaptadas a las necesidades de tu organización.